domingo, 22 de diciembre de 2013

Oliebollen y krentenbollen

Llega el invierno y con ello los famosos Oliebollen y krentenbollen. Y bueno que puedo decir, yo estoy loca por ellos! Y es que su sabor es simplemente irresistiblemente delicioso. Puedes comer dos o tres sin cansarte de su sabor, además, si los compras en la calle en uno de los carritos de oliebollen es más mágico aún porque estos suelen estar decorados con muchos focos blancos.



La traducción al español de oliebollen es "bolas de aceite" y los krentenbollen "bolas de pasas". Ambas están hechas de la misma manera, la diferencia entre ambas es que una lleva pasas y la otra no.
Pasaron dos años hasta que me atreví a hacer mis propios oliebollen en casa. Y es que comprarlos en los carritos que los venden en la calle al final era un gasto extra de mi presupuesto. (actualmente cuesta 1 Euro cada oliebollen).
En casa se pueden hacer muy bien, solo que hay que cuidar muy bien que la temperatura del aceite en el que se freirán esté al punto y que se mantenga así durante todo el tiempo de cocción.
Para hacer la forma de bolas se consigue con la ayuda de dos cucharas, aunque con esta técnica salen los oliebollen con picos. Así que para lograr oliebollen perfectamente redondas hay que usar una cuchara para  hacer bolas de nieve.
La masa se hace con harina, huevos, levadura y un poco de sal y leche. Si se van a preparar krentebollen entonces necesitamos pasas.

En la parte histórica, los oliebollen existen desde 1652 y en ese tiempo se les conocían como oliekoek (galletas de aceite). No fué sino hasta el siglo XIX en que se le comenzó a llamar con el nombre de oliebollen.
Se dice también que estos fueron comidos por las tribus germánicas, la leyenda cuenta que durante la última semana de diciembre y la primer de enero los espríritus  malos y la diosa Perchta volaba en el cielo. La gente, para tranqilizar a los espíritus les ofrecían esta comida. Se dice también que  la diosa Perchta intentaría cortar con su espada el vientre  de quién se pusiera en su camino, así que se recomendaba comer oliebollen para que la espada de la diosa se deslizara fuera del cuerpo de la víctima. Y la últma historia es que estos panecillos vienen de Portugal de cuando los judíos portugueses junto con la receta huyeron hacia Holanda a causa de la inquisición española

Sea como sea, estos deliciosos panecitos fritos se comen calientes, espolvoreados con azúcar glas y creéme, son toda una delicia!!
Una vez que los pruebes seguro que estarás igual que yo de motivada esparando a que llegue la navidad. 










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